Desde la sabiduría popular que nos cuenta "que los nervios se agarran al estómago", hasta el momento actual, el problema de los trastornos psicosomáticos es el mismo: causas psicológicas que producen cambios hormonales y neuroendocrinos que terminan afectando a determinados órganos del cuerpo humano (cada persona tiene un órgano diana).
Personas con problemas físicos repetitivos pueden tener problemas psicológicos, como ansiedad, estrés o depresión, que se están reflejando en sus dolencias. De esta forma estas personas, a pesar de acudir al médico una y otra vez buscando remedio, no encuentran una solución definitiva.
Si el historial médico de un paciente presenta dolencias físicas como exacerbaciones de asma no coincidentes con condiciones ambientales, frecuentes diarreas o episodios de estreñimiento persistente, dolores de cabeza repetitivos, alergias, alopecia areata, acné, etc; en un momento dado sería interesante investigar si existen causas psicológicas en la base del problema.